DESENCANTO

Desencanto

26 de julio de 2002

Los Hados son crueles compañeros
De aventuras, aciagos de Destinos,
Infames en la cúspide del Éxito...
Te empujan con su mano a las Estrellas
Para lanzarte luego a los Abismos
Del Infierno; más dura es la Caída,
Bien lo saben Luzbel y su nefanda
Corte de feas fieras infernales.
Sarcásticos los Hados, o los Dioses,
Divum fatum, engañan con quiméricas
Empresas a los hombres, adornando
De oro falso y figuras y ficciones
El trágico vivir de los mortales...
¡Oh, fatuos Hados, mentirosos
Destructores de Esperanzas,
Forjadores de ilusas ilusiones!
Hados, oh, malhadados hados dados,
Que formáis espejismos a mis ojos,
Con arte tan artero y sibilino,
Y que hacéis marionetas de los hombres.
Una mirada torva, atronadora,
Una turbia mirada, tempestades,
Trombas, aguas, relámpagos y truenos,
Una mirada negra y viperina
Envuelve de espinosos desafueros,
De angustias y sufrires sin medida
Un sueño verdecido en lo lejano.
Hados, desbaratados hados,
De hedores sulfurados y apestosos,
Miradas embebidas de infinito,
Sin sonrisas, sin cielos, sin fronteras,
Sin encanto, sin sueños, sin amores...
No podéis ocultar vuestra conjura,
Oh, hados despreciables que buscáis
Levantarle un palacio al Desencanto.

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